Cuántas cosas no le debo yo a Buélco… Como ayer; mientras me ponía los zapatos le dije:
-Voy a salir a la calle-
-¿Por qué?- Preguntó.
-Tengo cosas que hacer- Le dije.
-Ah eso…- Contestó sin mirarme.
Y yo me quité los zapatos y me quedé en la cama por un rato.
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